Especial

Bienestar

Romina Aronson. Consultora psicológica.

Imprescindible para familias con Adolescentes

Vivimos en una época de inmediatez, donde los cambios son muy acelerados, la tecnología, las modas que se van imponiendo y la información desmedida hace que no podamos adaptarnos con tanta facilidad como nuestros
jóvenes. La adolescencia comienza cada vez antes, y requiere de nuestra atención y adaptación como padres u cuidadores.

Muchas veces buscamos explicación a las conductas de nuestros hijos, sobrinos o conocidos, y esto nos lleva a comparar lo que pasaba cuando nosotros éramos niños, claramente allí no van a estar las respuestas. Eran otras
pautas, otra sociedad, otras creencias.

En varias oportunidades, como padres, nos sentimos solos. Nuestros hijos se alejan, a veces se pone difícil, nos hablan mal y hasta nos preguntamos quien ese es chico, porque casi no los reconocemos.

Te tengo una noticia: Si tenés hijos de 11 años o más, terminó la época de la educación. Esa etapa pasó y es el momento de comenzar a Influir, es momento de dar el ejemplo siendo íntegro con nuestros valores. Lo que
hacemos es más fuerte de lo que decimos, y los chicos no escuchan, los chicos ven. Es momento de enseñarles a decir la verdad, a tolerar la frustración, a escuchar, a hablar bajito sin gritos, a respetar las normas, a estimularlos a
tener aficiones productivas como el deporte, un hobby y a que encuentren tiempo libre para ellos.

Parece difícil, pero estos son las bases que deberíamos trasmitirles, y que empiezan por uno mismo. Si les pedimos ciertas pautas, deben ver que también las cumplimos nosotros, por esto, voy a enumerarte tres puntos fundamentales en los cuales enfocarse: En ser Ejemplo, En tener Esperanza y Paciencia, porque esto pasa aunque lleve tiempo, y si logramos conectar con ellos vas a notar una gran diferencia, y por último, tener Fortaleza, no
perder la cabeza, los hijos nos ponen a prueba, y te digo nuevamente, tu hijo no va a recordar lo que le dijiste, sino lo que hiciste.

También es importante trabajar en la pareja, o en la relación de quienes están a cargo de los chicos. Es fundamental estar lo más fuertes posible, porque ellos tambalean y va a haber grietas que tenemos que poder
sostener.

Es una etapa de muchos cambios la adolescencia, cambios en el cuerpo, cambios en cuanto a lo cognitivo y a lo social. Se están redescubriendo y sufren por ello hasta que logran conectar con quienes van a ser de aquí en
adelante. Podemos ayudarlos a poder transitar todo lo que viven, revisando nuestras creencias, ubicándonos en el momento que vivimos hoy, y quizás nos sirva ver también, como éramos nosotros con nuestros padres, qué
necesitábamos en ese momento, si lo que querías lo conseguías por las buenas o la rebeldía se apoderaba de la situación.

Nadie nos enseña a ser padres ni hijos. La vida nos va dando información y llevándonos en cada paso a actuar según lo que creemos es lo mejor en cada circunstancia. Pedir información o ayuda cuando sentís que ya no tenés
herramientas, es fundamental para fortalecer la relación y a vos como cuidador. Siempre digo que es momento de acompañar, ellos ya comenzaron a recorrer su propio camino, de a poquito tenemos que ir aflojando las riendas
para que puedan transitarlo. Lo que viene es duro, pero, ¿quién dijo que lo nuevo tiene que ser malo? Al contrario, miles de puertas se estarán abriendo, y todas son posibles de pasarlas con bases sólidas, firmes, creadas desde el amor y la comprensión. No hay una receta, cada familia o circunstancia es particular, donde nos unimos es en la posibilidad de ir construyendo la relación con nuestros hijos desde otra mirada.

Clr. Romina Aronson
Consultora psicológica - Counselor
IG @romiaronso