Especial

Medios de comunicación

Leandro Melón

Sobreinformación, COVID-19 y Fake News

Desde el pasado mes de febrero, y en consecuencia del miedo y la incertidumbre que la llegada del patógeno conocido como Coronavirus causó tanto a los vecinos de nuestra ciudad como al resto de los habitantes de nuestro país, el escenario era perfecto para todo aquél que se propusiera diseminar desinformación falsa y/o sin citar las apropiadas fuentes, situación que se extiende aún al día de hoy.

Este tipo de desinformación, transmitida de forma no oficial o no sujeta al apropiado chequeo, tomó ventaja del temor y la falta de respuestas que continúa existiendo sobre ciertos asuntos referidos a la actual pandemia de carácter global, provocando que algunos pudieran llegar a conclusiones u opiniones firmes de forma apresurada, sin primero someterlas a un apropiado análisis crítico y sin primero intentar asegurar la validez e intenciones de las voces que se encuentran detrás de “el nuevo dato”.

En esta era caracterizada por la globalización, la comunicación instantánea y la consecuente sobreinformación, resulta importante adquirir una serie de pautas (tales como las detalladas más adelante) para decidir a cuál información prestar atención y a cuál no, ya que en última instancia esto depende de cada uno de nosotros.

Respecto al cúmulo de Noticias Falsas que se difundieron con más fuerza (“viralizadas” a través de las redes) tanto entre los vecinos de Campana como a lo largo y ancho del país se encuentran cadenas masivas a través de WhatsApp, tanto de textos como imágenes, en los cuales supuestas “figuras de autoridad” en sus respectivas materias (principalmente médicos o dueños de entidades relacionadas con el área de la salud) daban todo tipo de consejos para prevenir o combatir el COVID-19, entre las cuales se encontraba la ingesta de bebidas calientes, agua con limón o vitamina C. También se sugería inhalar y retener la respiración por aproximadamente unos 10 segundos, o hacer gárgaras de sal para ayudar a detectar un posible contagio. Incluso circularon mensajes referidos a posibles descubrimientos de curas y vacunas tanto en Argentina como en otras partes del mundo.

Todos estos “consejos” y rumores fueron declarados categóricamente falsos por entidades oficiales, tales como el Ministerio de Salud de la Nación y la Organización Mundial de la Salud. Si bien la palabra de un organismo oficial no es necesariamente la fuente de una verdad revelada y una observación escéptica o crítica suele ser sana, resulta más provechoso esperar a los análisis de tales entidades frente a cualquier mala intención que pueda existir por parte de voces supuestamente “independientes”.

No transcurrió mucho tiempo antes que la desinformación encontrara una grieta para infiltrase en la arena política. Una vez allí, se hicieron oír todo tipo de rumores, muchos en formato de teorías conspirativas, en las cuales se discutía el origen del virus; por ejemplo si fue una mutación orgánica o una creación artificial, y si fue efectivamente esto último de dónde proviene realmente: Algunos planteaban China, otros llegaron a acusar a los Estados Unidos e Inglaterra). Ninguna de estas hipótesis dispone de datos empíricos fuertes para asegurar su validez. Es probable que para determinar el origen del virus, y las motivaciones detrás de una supuesta creación sintética, habrá que esperar un buen tiempo luego de superada la actual pandemia, e incluso esto se vuelve dificultoso dado el hermetismo informativo del régimen chino.

Las intrigas políticas se hicieron presentes también en nuestro país, y las discusiones más comunes llevadas a cabo de forma local se refieren a posibles ocultaciones, tanto del gobierno nacional o provincial del número real de infectados, y el número de fallecidos entre éstos. Incluso circuló en un momento un video en el cual un grupo de Bomberos en Capital Federal retiraba cuerpos de una institución forense, reforzando algunas de estas teorías. Sin embargo, de forma posterior se logró confirmar que se trata de una operación realizada de forma regular y cotidiana, existente de forma previa a la actual emergencia sanitaria.

Las fake news también llegaron al área de políticas públicas en el área económica (se acusó al gobierno nacional de estar emitiendo billetes sin denominación), de seguridad social (tuvo alta circulación un video editado en el cual una beneficiaria de varios planes de asistencialismo estatal había cobrado 110 mil pesos en un solo mes), de seguridad (rumores encontrados respecto a los rugbiers imputados por homicidio procedentes de la vecina ciudad de Zárate, y una supuesta asignación universal decretada por el Presidente de la Nación Alberto Fernández destinada a convictos con arresto domiciliario). Con el paso de las semanas, muchos de estos rumores lograron ser desmentidos.

Frente a la confusión que generan todas estas voces hablando al mismo tiempo, y con la dificultad que implica determinar la validez del origen de la información que aquellas expresan, en Campana Noticias nos manejamos a partir de una serie de criterios estrictos para no caer presas de comunicaciones sin sustento, recomendaciones que a continuación compartimos con los vecinos:

-Examinar con detención la procedencia (fuente) del contenido y su reputación.

-Cruzar la información con organismos oficiales. Respecto a lo referido a la actual Pandemia de Coronavirus la Municipalidad de Campana, el Ministerio de Salud de la Nación y la Organización Mundial de la Salud son buenos puntos de inicio.

-Desconfiar de títulos muy llamativos y atractivos (“Click-Bait”). Para estar precavido, antes de compartir es buena idea tomar una actitud proactiva copiando y pegando el texto en una búsqueda de Google para ver qué (y cuántos) portales comparten la misma información.

-Al dudar de la veracidad de una imagen, buscarla en Google Imágenes y averiguar si la misma puede ser un montaje de otras preexistentes, como así también la reputación del sitio en el que fue publicada.

-Comprobar la disponibilidad de las citas y los links aportados por el sitio que publica la información. Nuevamente, Google es una gran herramienta para indagar un poco más antes de decidir compartir la “noticia”.