Especial

Historia

Paulino J. Cuenca

El Club Social de Campana y su histórico 120° Aniversario

Si 20 años no es nada…, como cantaba Gardel, para nosotros, ¡120 años no es poco!!! Gracias a la iniciativa y decisión de un grupo de amigos de la época, ciudadanos campanenses como Baldomero Gaya (quien fuera el 1° Presidente), Luis Pedro Jacob, Esteban Laguinge, Arturo López Piñón, Antonio de la Peña, Martín F. Castilla, Javier Barletta, José Cadret y Jacinto Fernández entre otros 48 socios…, el 25 de junio del 1900, en este mismo lugar donde nos encontramos ediliciamente hoy, se labra la primera Acta y se constituía el nacimiento del Club Social Campana.

Por el año 1875, fueron los Hermanos Luis y Eduardo Costa quienes proyectaron y trazaron al Pueblo de Campana que, para la primera década del siglo XX, ya se iba consolidando como una ciudad Industrial gracias a la cercanía con la ciudad de Buenos Aires, el ferrocarril y su Río Paraná de las Palmas. Significó que se forjara un crecimiento comercial y social progresivo, llegando Campana a ser llamada como la “Manchester Argentina”.

Así fue que debido a este crecimiento constante, este grupo de ciudadanos adquiere esta antigua casa que según cuenta Ramón Pereyra, en una breve reseña escrita en el libro Aniversario por las Bodas de Oro del Club en 1950, fue alquilada por una clase aristocrática o de notables de la época para sustituir las reuniones y charlas de esquinas y poder sociabilizar tranquilos en sus salas con hogar y dependencias de esparcimiento, bebiendo un aperitivo de época, intercambiar ideas, o porque no también hacer una partida de cartas, ajedrez, una taba, o jugar en la maravillosa mesa de billar o casín adquirida décadas después. Y evitar de esa manera las frías mañanas de invierno o tardes calurosas de verano, donde las polvorosa avenida o calles de tierra sólo eran aplacadas por un tonel sobre un par de ruedas, arrastrado según cuenta la historia por el flaco Jamelgo, que a modo de carro de riego hacia circular la Municipalidad de tarde en tarde.

Poder alquilar en esta esquina tuvo un por qué, es que en ella sus notables se paraban y podían observar toda la arteria principal desde la Plaza principal hasta la Estación del ferrocarril, avenida que llevaba el nombre del primer Presidente argentino “Rivadavia”, y también la nombraban como hoy, muchos de raíces campanenses, la calle ¨Real¨, aunque como dice… nunca fue hollada por monarca alguno, aún. Avenida y calles que eran difíciles de caminar en las noches oscuras y de poca luna, por sus desniveles, sus zanjas yuyonas y poco alumbradas con faroles a kerosene.

Los pilares de esta creación, como bien lo dice nuestro estatuto, fueron y serán desarrollar un ambiente de cordialidad y solidaridad entre sus asociados quienes gozarán de todos los beneficios sociales posibles; propiciar manifestaciones culturales y artísticas mediante actos, conferencias, recitales y todo lo que signifique un aporte positivo a la comunidad campanense y sus Instituciones; ceder sus salones a reconocidas Entidades de Bien Público, prestar preferente atención a la formación espiritual y física de la niñez, poner a disposición sus instalaciones para la Educación cuando sea necesario y se requiera la ayuda del Club y otorgar ayuda o becas de estudio.

O sea… que este mes cumplimos apenas 12 décadas de la fundación y creación de nuestra Institución. Estos son los primeros 120 años donde se han intercalado épocas de desarrollo y crecimiento, y épocas de aguantar y resistir como la que estamos transitando y viviendo hoy en medio de esta histórica pandemia mundial.

Somos uno de los primeros clubes de Campana junto al Campana Boat Club y el Club Independiente, pioneros por esos años del 1900 (en seguir en pie), por estos socios unidos con el fin del bien común. Por ello, nos sentimos orgullosos de que hoy en día seguimos resistiendo y quedando en pie, junto a otros Clubes más jóvenes, pero no menos importantes.

Con esa fuerza y unión sus fundadores lograron muchas cosas como por ejemplo que, en esta esquina y en el año 1911 se instale la Primer Biblioteca Pública Municipal de Campana, abierta a la comunidad, por el período de 4 años. Salón que alquiló el club a costo propio de $ 50 mensuales de la época. También se realizaban lucidas kermeses o fiestas en fechas patrias, navidades o fines de año, cumpleaños, exposiciones y reuniones de socios e instituciones, siempre buscando inculcar la sociabilización, educación y buenas costumbres, ayudando y aportando a la creciente ciudad de Campana. También Importantes encuentros, como fue en el año 1938, cuando se recibió al ajedrecista y gran Campeón Sudamericano Luis Palau, quien jugó 21 partidas simultáneas con jugadores del Club de Ajedrez de Campana y del vecino Zárate Sport Club, siendo noticia en varios medios nacionales, y más aún local. Además, la Institución no escapó a la intervención e impulso en la educación en la ciudad, colaborando con Escuelas, Instituciones y Sociedades de Fomento de la época ya sea en nombre de la Institución o de sus reconocidos asociados, aportando y ayudando económicamente o brindándoles un lugar en nuestras instalaciones.

Por el año 1915 su Presidente el Sr. Arturo Zavaliú y su Comisión lograron obtener un crédito hipotecario del Banco Provincia para adquirir esta tradicional esquina donde hoy seguimos firmes, adaptándonos a los cambión actuales, sin perder las bases por las cuales fue constituido.

Como se dice… y más en tantos años, “ha corrido mucha, pero mucha agua debajo del puente…”. Épocas de crecimiento, épocas de estancamiento y épocas de retroceso. Pero siempre, todas las Comisiones han trabajado por el bien del asociado y de la comunidad, siendo dirigidas en distintos mandatos por muchos notables Intendentes de la ciudad como los Sres. Martín Castilla, Bartolomé Perrone, Julio Salmini, entre otros altos mandatarios que también integraron Comisiones.

Con el correr de las décadas, el crecimiento de la ciudad, y viniendo a la década del ´60/´70, la Institución creció en socios y ediliciamente. Los años obligaron a renovarse, dejando de ser esa antigua casa típica de época colonial, con el patio andaluz central con su aljibe, alto techo de chapa, ventanas y puerta altas. Pasando a ser un gran edificio de dos plantas, con ventanales, terraza y modernos amplios salones, para un mejor disfrute de sus socios, imponiéndose esa esquina que no pasa desapercibida para ningún vecino o visitante de nuestra ciudad, que cuando bordea la Plaza principal y va hacia la Av. Rocca, va viendo esa privilegiada y tradicional esquina que da comienzo a nuestro principal centro comercial.

En los años ´80 y hasta principios de los ´90, he tenido la suerte siendo un niño de poder disfrutar y aprender a querer esta esquina, lugar de reunión de mi padre con sus amigos, quien también fuera uno de los Presidentes que han pasado y trabajo con amor por el Club. Recuerdo que cada medio día o por las tardes se reunían no menos de 100 personas a comer, jugar un partido de cartas, hacer su jugada de burros, o simplemente se reunían a charlar o a leer el diario. Así también, como no recordar las damas (las canasteras), ellas que tenían y tienen hoy sus días para juntarse a jugar a la canasta y con esa excusa compartir un rato ameno entre amigas.

Hoy, ya en nuestros días, el Club Social de Campana luego de una cambio generacional, de una actualidad donde las redes y tecnología suplantó a lo social presencial, donde quedaron en el pasado esos días donde cualquier club concentraba todos los días muchos socios disfrutando la Institución, tuvo que adaptarse, renovarse, para no desaparecer, medianamente no sufrir los avatares económicos y quedar en el abandono u oportunismo de algunas personas que no seguían el lineamiento por el cual fue constituido, como ha sucedido con muchos clubes zonales.

Aquí es donde Don Juan Grassi, en punta, y junto al apoyo de la Comisión, cumplió un rol importantísimo para el Club, buscando renovarse sin perder las bases o desviarnos del camino por el cual se constituyó. Ediliciamente un cambio y renovación que valió un premio arquitectónico, elegido como el mejor dentro de la Categoría “Intervenciones de Edificios de Valor Patrimonial”, donde el Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires, distinguió con una placa la obra y al responsable el Arquitecto Francisco Cadau.

Este cambio se dio gracias a negociaciones de Grassi y a gente, vecinos inversores de Campana que apoyan las Instituciones colaborando, creyendo, apoyando y aportando siempre en la ciudad. En lo institucional, no solo se han seguido prestando las instalaciones para Exposiciones, Congresos, reuniones de importantes Instituciones de Campana que trabajan con la comunidad y vecinos, sino también se han realizado torneos de ajedrez: tenemos nuestro socio de categoría menores, ajedrecista profesional, con quien colaboramos todo el año y también se dan y brindan clases de ajedrez.

Venimos realizando donaciones periódicas y constantes desde hace varios años, a distintas Escuelas de Islas, Hogares, Institutos de Enseñanza, Comedores Escolares y Barriales, a jóvenes que hacen deportes, etc.

Y no ajenos a la situación que estamos viviendo, en esta época de pandemia, hemos mandado a hacer camisolines para médicos del Hospital, colaborado con comedores y con el Municipio, con una importante compra de leche en polvo para que ellos puedan distribuirla a los niños o familias más necesitadas. Para nosotros es importante, ya que todo granito de arena suma en esta situación que hoy nos acosa, y seguiremos ayudando.

Mayormente, de lo brevísimamente narrado de estos 120 Años de Historia, anécdotas que han pasado, me las han contado y he tenido el privilegio de vivir, o he leído, ya que tenemos la suerte de poseer toda esa historia encuadernada, asentada y registrada en nuestros “Libros del Club”, en nuestros archivos.

Es brillante y apasionante leer la Primera Acta de Socios, o Asambleas escritas de puño y letra, con escritura de pluma, de esos socios que iniciaron este Club. Sabemos que poseemos un capital histórico único para el Club y para Campana, que cuidamos como se cuida esa primera carta de amor, o esa foto de tu ser querido.

Hoy, en vez de esta gacetilla, nos hubiera gustado haber estado festejando y brindando con nuestros Socios y gente querida, con una fiesta que veníamos organizando desde principio de año, y que se nos truncó, por esta pandemia que nos juega una mala pasada a todos, pero este Club tiene experiencia de malos y buenos pases… No importa, “si el juego te da revancha, no hay derecho al pataleo” dicen…

Seamos pacientes, esperemos la revancha y mientras a cuidarse. Ya vendrán tiempos de festejos y, más aún, razones por las que reunirse y festejar no solo los 120 años sino también la de seguir vivos, seguir adelante y creciendo como Institución y como humanos.

Hoy, esta Comisión Directiva integrada actualmente por Juan J. Grassi, Aura Reyes, Mariano A. Raina, Ana R. Gallo, Zaida E. Battaglia, Carlos A. Tonelli, Martín A. Baroni, Esteban Herber, Eduardo M. Battaglia, Jorge O. Schelover, Mario A. Raina, Agustín A. Halecka, José A. Khoe, Daniel F. Viotto, Mario F. Díaz, Ariel A. Basso, Leandro Guasconi, y Paulino J. Cuenca, quien les escribe, seguiremos trabajando a la par, por esos ideales y pilares por los que se unió esa Comisión Fundadora del 25 de junio del 1900.

No es fácil resumir 120 años y nombrar a todos los que aportaron, pasaron o han tenido una historia con este querido Club, pero sé que muchos campanenses que lean estas líneas recordarán un hecho, un familiar, un socio, un amigo o una anécdota que los una a esta hermosa historia.

Por ello desde esta esquina que fue y seguirá siendo testigo de festejos, recitales, maratones, despedidas, comparsas, desfiles, y transeúntes de todas las épocas, quiero expresar en lo personal y en nombre de la Comisión Directiva, el más profundo agradecimiento, a todos nuestros pares, los Socios, a las Autoridades Municipales (actuales y pasadas), y toda la Comunidad de Campana que apoya a la Institución.

Seguiremos trabajando y esforzándonos en cumplir fielmente esas intenciones que tuvieron nuestros predecesores, siendo representativos y referentes a los Asociados y trabajando a puertas abiertas, con el fin de seguir aportando nuestro “granito de arena”, y colaborando desinteresadamente con esta hermosa y querida Ciudad de Campana.

“La sociabilidad es la fuente de vida de la familia”.