Campana Noticias
Rodrigo Pastore
23/05/2020 05:00

“Todas fueron experiencias muy valiosas que no cambiaría por nada del mundo”

Señaló el ex jugador del CBC y Siderca, al referirse a su juego para ambos equipos, su paso a Estados Unidos para estudiar y jugar en el nivel universitario, y su posterior salto a las ligas europeas, como jugador primero, como entrenador actualmente.
Decir Pastore, en el ambiente de Zárate-Campana, y luego fronteras afuera, es decir básquetbol. Muchos recordarán a Augusto, entrenador de Siderca, Campana Boat Club, Independiente de Zárate, River Plate y Selección Argentina Juvenil, entre otros…

Pero, el protagonista de esta nota es otro de la “familia” que, a base de esfuerzo, superación personal, constancia, estudio (porque de aprendizaje continuo se trata la vida), fue jugador y ahora entrenador: Rodrigo, el hijo de…

Como decíamos, se hizo nombre propio en el orden local y nacional. Jugó en la Lipscomb University en el baloncesto estadounidense (en la NAIA, alternativa a la NCAA), estudios mediante y salto al Viejo Continente: jugador primero, hasta enfrentó jugando él para Coop Trieste a un tal… “Manu” Ginóbili, cuando empezaba el bahiense a ser el amo de Europa con su Kinder Bologna.

Luego, otras ligas. Luego colgar las zapatillas y el short, ponerse zapatos y alguna camisa Seguir en la “duela” (como dicen los americanos del norte al parquet), pero del lado de afuera. Ahora, como entrenador.

CampanaNoticias buscó confirmar su whatsapp, era el que teníamos. Combinación familiar primero, horarios para no molestar justamente la diferencia entre allá y acá, cuestionario que fue, respuestas que volvieron, fotos que llegaron y nota que se publica.

¿Cómo estás llevando la pandemia y su cuarentena, desde lo personal-familiar y profesional?

Desde lo personal, respetando las reglas impuestas por cada Región (Provincia) que por suerte no han sido tan estrictas como en otros países de Europa, por ejemplo, Italia. Desde lo profesional, aprovechando mucho el tiempo libre para continuar mejorándome como entrenador, mirando y escuchando a otros colegas. También analizando todo lo que hemos realizado en la temporada pasada, tanto del punto de vista ofensivo como defensivo, para poder ser aún más efectivos el próximo año en la BBL.

Después de Campana y tu experiencia en Argentina, a Estados Unidos y la Universidad, estudios concluidos y el salto a Europa. Nos podés contar un poco de todo eso…

Todas fueron experiencias muy valiosas que no cambiaría por nada del mundo. En Estados Unidos tuve la posibilidad de aprender de uno los entrenadores de basquetbol más respetados a nivel universitario como lo era Don Meyer. Después de la experiencia americana hice el salto al basquetbol europeo, donde el juego era totalmente diferente al practicado en el College, y necesité de tiempo y mucho esfuerzo para poder adaptarme. Y, por último, la transición de jugador a entrenador que no es tan sencilla como muchos podrían creer. Los desafíos han sido tantos, pero gracias a la perseverancia, a la pasión por la profesión de entrenador, y a las ganas de querer mejorarme continuamente todavía sigo en carrera.

¿Qué recordás de tus inicios en Campana? Me refiero a los primeros momentos por el CBC como también jugar profesionalmente en Siderca…

En el Boat Club recuerdo que luego de mis entrenamientos con los Cadetes, el entrenador del primer equipo nos daba la oportunidad de hacer la entrada en calor con los Mayores que se entrenaban justo después de nosotros. Con 13 o 14 años, tanto yo como un par de mis compañeros, ya empezábamos a dar nuestros primeros pasos en el equipo de Primera. Esos eran tiempos en los cuales los partidos entre el CBC e Independiente despertaban una gran rivalidad. Tanto los partidos en Campana como en Zárate eran jugados a cancha llena. Para los más jóvenes, debo aclarar que “cancha llena”, en la década del ´80, significaba literalmente que no entraba ni un alfiler en los estadios.

Mi paso por Siderca fue en un momento donde el Club ya se había establecido como el mejor de la zona, llegando a jugar la Liga Nacional “B”: un privilegio en esos tiempos para un equipo que era formado en su gran mayoría por jugadores jóvenes locales. Las experiencias vividas en esas dos temporadas me ayudaron mucho durante mi tiempo como jugador en Europa, especialmente en Italia.

Es normal que los padres se enorgullezcan por los logros de los hijos, seguramente será tu caso también. Pero ¿qué significa para un hijo, vos, que reconozcan tanto a tu viejo?

Más que merecido. Un “adelantado” a sus tiempos. Su inteligencia emocional, algo que se refleja tan claramente en estos momentos en los mejores entrenadores de NBA y Euroliga, fue segunda a ninguna otra. Un estudiante del juego de basquetbol, y todavía con 76 años continúa haciéndolo, lo que le valió el respeto de todos los mejores entrenadores de su época en el país. Algunos de ellos se hacían el viaje hasta Zárate para poder dialogar con él, yo fui testigo de eso en varias ocasiones. Su mentalidad de crecimiento constante más su virtud de privilegiar el desarrollo de jugadores jóvenes de la propia cantera del Club creo que son el mejor legado que pueda dejar una persona como entrenador. Y esto es exactamente lo que él ha hecho.
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