El año pasado estuvo signado por el miedo y las pérdidas: pérdida de la libertad, del disfrute de los vínculos; miedo a ese virus desconocido, al contagio, a enfermarse gravemente, a que enfermen nuestros seres queridos más vulnerables.

No obstante, fue un año de mucho aprendizaje. Esto nos permitió y nos permitirá transitar mejor los próximos desafíos y disponernos a revincular a niñas, niños y adolescentes con la escuela.

Estos temas representaron para madres y padres una decisión difícil: se preguntan si estará bien la vuelta a las clases presenciales. Por eso, proponemos algunas respuestas a estas dudas frecuentes.

¿Por qué es importante que chicos y chicas vuelvan a la escuela?

Más allá del aprendizaje académico, es necesario para que se vinculen con sus pares y con adultos fuera del ámbito familiar. La escuela contribuye al logro de la autonomía, a adquirir normas básicas de convivencia y respeto por el otro, tales como reglas y límites. Asimismo, es importante para reestablecer hábitos y rutinas, tan alterados o perdidos a causa de la cuarentena.

¿Cómo debería ser la vuelta segura?

Es imprescindible para padres y madres tener conocimiento de los planes de la escuela para el desarrollo de las clases presenciales, los cuidados con respecto al espacio físico, personal, capacitación; sin olvidar las estrategias a llevar a cabo si un miembro del personal o un/a alumno/a tiene síntomas sospechosos o es un caso Covid-19 confirmado.

Es esencial la comunicación fluida, con claras respuestas por parte de la escuela hacia madres, padres y el resto de los adultos, frente a sus dudas y preocupaciones.

¿Qué cuidados se deben tener en cuenta en esta etapa?

• Uso de tapabocas en niños/as mayores de 2 años, excepto durante la actividad física. En el caso del personal docente, además deben continuar usando máscara de acetato.

• Lavado frecuente de manos con agua y jabón (antes de salir de casa y al llegar a la escuela; antes y después de los descansos programados; antes y después de comer; antes y después de ir al baño). Uso de toallas descartables de papel o preparados de alcohol líquido al 70%.
• Toser y estornudar en el pliegue del codo y evitar tocarse la cara.
• No compartir materiales o elementos personales.
• Asegurar el distanciamiento de 2 metros y la señalización adecuada del suelo.
• Durante la actividad física el distanciamiento de 2 metros es útil en actividades sin desplazamiento. Para actividades que producen hiperventilación, la distancia debe ser de 6 metros.
• Asegurar la correcta ventilación de los ambientes.
• Llevar solo lo necesario para la actividad en la escuela, incluyendo una botella de agua.
• Los alumnos deberán contar con el calendario de vacunación al día.
• Ante la aparición de un caso sospechoso o confirmado de Covid-19, se procederá según las indicaciones del Ministerio de Salud de la Nación.

¿Cómo hablar con los niños sobre la importancia de estos cuidados?

En esta etapa, resulta fundamental reforzar la enseñanza de todas estas medidas de cuidado que venimos sugiriendo desde hace un año, sin que esto genere mayor miedo o angustia asociados a los cambios que van a transitar.

Hablar acerca de las emociones que les provocan estos regresos a clase, lo diferente que será con respecto a años anteriores, escuchar sus preocupaciones, pedirles opinión en torno a las conductas de cuidado establecidas, cómo les parece que se podrían mejorar, cuáles les parecen más difíciles de cumplir, a fin de hacer hincapié en ellas desde casa. Y, sobre todo, colaborar con los docentes, ya que ellos también tienen dudas y temores.

Este comienzo de clases es un desafío en conjunto que involucra a alumnas, alumnos, madres, padres y docentes.

Dra. Nilda B. Kindsvater, médica pediatra (MN 63372, MP 450145).