Especial

Educación

Mg. María Eugenia Cossini

¿Cómo garantizar la continuidad pedagógica en contextos cambiantes y modelos híbridos?

La Mg. María Eugenia Cossini, Directora Ejecutiva del Colegio Austin ebs, nos cuenta cómo lograron desarrollar una infraestructura educativa y un equipo académico-institucional “todo terreno”, adaptado para llevar a cabo una jornada escolar en contextos de cambios continuos.

¿Cuáles son los principales desafíos que tuvieron que enfrentar en este primer trimestre de ciclo lectivo tan complejo?

Uno de los desafíos más importantes que tuvimos que enfrentar en este trimestre es el hartazgo y el cansancio emocional, ya que si bien el año pasado no estábamos tan agotados creo que se debió a que teníamos el desafío de lo nuevo, la incertidumbre de aprender cómo era esto de trabajar virtual. Este año no tenemos ese desafío, pero si estamos enfrentándonos al cansancio de seguir estando en casa, a la incertidumbre de si las clases siguen presenciales o no, si la burbuja se aísla o no, la dificultad para organizarnos no solo desde lo intelectual sino también desde lo emocional.

Tenemos grandes aprendizajes del año pasado, aprendimos que no nos vencen tan fácilmente, tenemos la resiliencia necesaria para enfrentar lo que sea que venga, eso nos empoderó tanto a los docentes como a las familias y los chicos y nos regaló esta seguridad de que más allá de no saber lo que viene, podemos enfrentar la incertidumbre si es que hay convicción, compromiso y el deseo de abrazar lo que es posible sin quedarnos en la queja de lo que no lo es. Elegir hacer lo mejor dentro de lo que es posible.

Creo que lo más importante que hicimos fue, ya desde el año pasado trabajar en los protocolos de seguridad institucional ya que si bien sabemos que el mejor lugar para los chicos es la escuela también creemos en una presencialidad segura. Así es que desde el año pasado nos pusimos a trabajar en todas las medidas que creíamos que hacía falta implementar en nuestras instalaciones para garantizar una presencialidad segura. Trabajamos primero con nuestra Lic. en Seguridad e Higiene e hicimos un montón de cosas para garantizar la mayor cantidad de presencialidad posible de la forma más segura. Entonces, primero protocolos, luego hicimos una gran inversión en obras internas para ampliar aulas y no tener que desarmar los grupos, desarmamos espacios comunes (sala de arte, biblioteca, comedor) para poder hacer que los grupos trabajen de manera completa. Esto es posible por las obras y porque nuestro proyecto pedagógico funciona con grupos reducidos, no teníamos que acomodar 35 estudiantes ya que nuestros grupos son entre 20 y 25 chicos.

Además, hemos instalado en cada aula extractores de aire reversibles que nos permiten renovar el 100% del aire de las aulas en menos de 7 minutos. También instalamos un generador industrial de alta capacidad y conexión automática, para abastecer de luz, internet y sistemas informáticos en caso de producirse cortes en el suministro eléctrico. Por otro lado, contratamos un proveedor de internet que nos proporciona 100 megabytes dedicados exclusivos para el uso del colegio, con medidas de seguridad más estrictas que nos permiten tener mayor estabilidad para realizar las clases virtuales. Implementamos Google Workspace for Education para todos nuestros estudiantes y equipo, y mantuvimos las 30 aulas de ZOOM PREMIUM que se contrataron para el ciclo 2020. Nuestro objetivo es contar con recursos digitales acordes a las necesidades de los tiempos actuales y que nuestro equipo institucional esté capacitado integralmente.

También, instalamos cámaras, micrófonos y notebooks en todas las aulas para que se puedan ver las clases de manera sincrónica para aquellos estudiantes que deben aislarse o no puedan asistir por temas de salud convirtiendo los espacios en aulas hibridas, es decir que un grupo de estudiantes está en el colegio de manera presencial y quien no pueda asistir puede seguir la clase vía streaming

¿Qué otras cuestiones se deberían tener en cuenta en estos contextos?

Esa pregunta trae a mi mente dos palabras: anticipación y flexibilidad.

Por un lado, la capacidad de anticiparnos, el año pasado solo viendo lo que pasaba en otros países a fines de febrero del ciclo 2020 armamos un comité de crisis, el 8 de marzo contratamos las aulas de zoom y capacitamos al personal lo que nos permitió que cuando se dictó la 1ra cuarentena pudiéramos empezar a dar clases inmediatamente de manera sincrónica y esto nos dio la tranquilidad de hacerlo sabiendo lo que hacíamos. La anticipación viene de la habilidad de aprender a través de las experiencias de otros.

La flexibilidad creo que es lo más importante. Este contexto nos insta a ser flexibles, siempre decimos que una de las habilidades que necesitan los estudiantes de este nuevo mundo es aprender a flexibilizarse, adaptarse a nuevos contextos, tenemos que poder enseñarles a nuestros estudiantes a ser flexibles. Esta pandemia nos regaló a los adultos la posibilidad de comprender que sin flexibilidad no hay adaptación al cambio y sin adaptación al cambio no hay éxito. Creo que el poder ser flexibles nos permitió como institución y nos permite cada día abrazar lo que es posible para poder dar lo mejor en ese contexto.

Creo que la flexibilidad, incluso en nuestras convicciones, en entender que a veces no se hace todo lo que quiero, pero quizás se hace todo lo que es posible, y el elegir hacer lo mejor de lo que es posible implica un acto de flexibilidad enorme que hace la diferencia en lo que significa el éxito de lo que hacemos.

¿Alguna reflexión final?

Esta pandemia nos regaló a los educadores la posibilidad de conectarnos con nuestro aprendiz, justo a nosotros que trabajamos desde el saber. Y no solo a los educadores, a la humanidad completa a aprender a hacer de una manera diferente. Aprender siempre nos ayuda a crecer, aunque duela.
Lo que elegimos, como institución, es que este sea un contexto de aprendizaje que nos ayude a crecer, a los chicos como estudiantes, a las familias, y a cada uno de nosotros como profesionales y por sobre todo aprender a ser mejores personas, a elegir conectarnos con nuestra resiliencia para poder convertirnos en nuestra mejor versión.