Opinión

Literatura

S.A.G.

En el Día de Campana

En el día de Campana, va esta poesía con un abrazo grande a una de mis ciudades, y a todos los amigos que viven allí.

CAMPANA


Si el río
toca a tu puerta
no te dejes engañar, decile
que vos sos
el río. Decile
que el río huele a petróleo
y a azufre,
que suena como hierros en la fragua,
que no se pierde en curvas
sino en diagonales
y en veredas anchas de sombra.
Si el río
te llama por la noche
no te escondas, enfrentalo
y decile
que vos sos
el río. Decile
que el río se ilumina
con antorchas lejanas,
que se alimenta
del cáncer de las calles
y se revive
en bares, en librerías,
para debatir acerca
de la poesía y del destino.
Y si algún día el río
deja de saludar
tus amaneceres pegajosos del verano,
deja de enviarte
mariposas negras de humo,
deja
de hacerle el amor a tu jardín,
entonces convencete,
hacete corriente, tronco y barro,
desprendete de los arcos que te abrazan
y salí con tu alma oscura
a mojar fábricas y tardes,
a arrancar raíces y dilemas,
a masticar tu propia costa,
a ser el río
que sos.

(SAG)