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Salud

María Florencia Battistone

Uso de hormonas en mujeres: ¿Qué sabemos?

Uso de hormonas bioidénticas de tipo andrógeno como testosterona y DHEA en mujeres: ¿Qué sabemos desde la endocrinología?

Las hormonas bioidénticas son aquellas sintetizadas o “creadas” en el laboratorio intentando imitar a las hormonas que nuestras propias glándulas secretan. Pero no en todos los casos es exactamente idéntico.

Si bien hay muchas y se vienen utilizando hace muchos años de manera probada como es el caso de los compuestos estrogénicos y progestágenos, el tratamiento en mujeres con testosterona no cuenta en la actualidad con la aprobación completa para su uso por parte de las principales entidades reguladoras de medicamentos como ANMAT en nuestro país o FDA en Estados Unidos y MHRA en Reino Unido. En el caso de DHEA no conocemos aún su efectividad completamente.

Las hormonas en general presentan en nuestro organismo distintos tipos de degradaciones y transformaciones en otros componentes o derivados (degradación enzimática), que pueden variar de un tejido u órgano a otro para la misma hormona. La misma hormona puede transformarse en distintas cosas dependiendo el lugar donde se encuentre (actividad autócrina y parácrina). Además, las hormonas tienen distintas acciones y concentraciones en cada tejido u órgano, pudiendo algunas ser fabricadas en el sitio de acción además de lo que podemos medir en la sangre. Por lo cual, lo que medimos en sangre o en el laboratorio no siempre es lo que tenemos en cada tejido u órgano.

En el caso de la DHEA y la testosterona, aún no contamos con estudios que demuestren las acciones específicas que tienen en cada tejido al ser suministradas. Ambas son pro-hormonas, y sufren transformaciones a otros andrógenos distintos a ellos y en el caso de la testosterona puntualmente a estradiol. Este último puede alcanzar niveles supra-fisiológicos en las mujeres a las cuales se les suministra testosterona, sin conocer los efectos que puede generar esto por ejemplo sobre algunos tejidos como el mamario.

Se recomienda además que en caso de utilizar testosterona y DHEA sea en dosis fisiológicas, pero no contamos con este tipo de formulaciones aprobadas para su uso aún, desconociendo en algunos casos la dosis que presentan los preparados no farmacológicos que se utilizan.

El uso de este tipo de hormonas bioidénticas tipo andrógenos se podría realizar en algunas situaciones puntuales en la mujer menopáusica según recomendaciones de la Sociedad Norteamericana de Menopausia, siempre que no se puedan utilizar las formulaciones aprobadas y conocidas por efectos adversos o alergias severas. El desorden de deseo sexual hipoactivo (HSDD en inglés) es la única indicación en la actualidad basada en la evidencia y en los estudios para el uso de testosterona en mujeres post-menopáusicas, siempre considerando que su diagnóstico y tratamiento requiere un abordaje multidisciplinario bio-psico-social, como lo es su origen.

Se necesitan a futuro más estudios o ensayos que aseguren la efectividad del uso de testosterona y DHEA en mujeres para el objetivo que se las utiliza y su seguridad en cuanto a los efectos adversos que podrían provocar según cada dosis y formulación utilizadas.

Dra. María Florencia Battistone

Especialista en endocrinología
Residencia en endocrinología Hospital Durand CABA
Especialista universitaria UBA
Miembro titular de la Sociedad Argentina de Endocrinología y metabolismo (SAEM).

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