(Contagiosa y curativa)

 

Vas por ahí caminando sosegada, coqueteándonos, 

te detienes a veces en una esquina cualquiera,

desde allí juegas a iluminar rostros desconocidos,

que van taciturnos, melancólicos, tristes, sin destinos.

 

La vida escucha tus carcajadas y se siente atónita,

no solo se alojan tristezas, llantos en el alma,

la risa compinche te une a los demás, 

como estero de agua que se acerca al mar.

 

La risa impide que ingreses en túneles oscuros, lúgubres,

no tiene sentido no sonreír, no ser pleno.

Sentirás bienestar profundo, se libera nuevo oxígeno,

te fortaleces para enfrentar vicisitudes. 

 

Lo negativo sale como el humo por la chimenea,

se aleja a rincones desconocidos del universo lejano,

la risa te envuelve y reposa tranquila en tu cuerpo,

como reposa un hada en una noche tranquila, estrellada.

 

¡¡¡Oh!!! Risa, quédate y convierte la pesadumbre en alegría,

varita mágica para tocar y transformar tantas vidas.

No habrá en labio alguno el amargo rictus de tristeza,

serán todas las mañanas de cielo azul, sin nubes oscuras.

 

Victoriana Gajardo