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Astronomía

Juan José Rubio

Como ver las Úrsidas 2025

Las Úrsidas 2025: Guía para observar la última lluvia de meteoros del año

El calendario astronómico de 2025 se despide con un evento discreto pero fascinante para los observadores del hemisferio norte: las Úrsidas. A menudo eclipsadas por las potentes Gemínidas de mediados de mes, esta lluvia de meteoros ofrece este año una oportunidad única de observación gracias a la ausencia de luz lunar, coincidiendo casi perfectamente con el solsticio de invierno.

Desde Campana Noticias, analizamos las claves científicas y los mejores momentos para disfrutar de este fenómeno que emana directamente de la constelación de la Osa Menor.


¿Qué son las Úrsidas y por qué son especiales?
Las Úrsidas son una lluvia de meteoros cuyo cuerpo progenitor es el cometa periódico 8P/Tuttle. A diferencia de otras lluvias mayores, las Úrsidas tienen una actividad más contenida, pero su importancia radica en su posición en el cielo. Su radiante —el punto del que parecen surgir los meteoros— se encuentra muy cerca de la estrella Polaris, en la constelación de la Ursa Minor (Osa Menor).
Esta ubicación circumpolar significa que, para los observadores situados en latitudes medias y altas del hemisferio norte, el radiante nunca se pone por debajo del horizonte. Esto permite que la lluvia sea visible durante toda la noche, maximizando las oportunidades de avistamiento desde el anochecer hasta el amanecer.
Fechas clave y el pico de actividad en 2025
Aunque el periodo orbital de la Tierra cruza la estela de escombros del cometa 8P/Tuttle entre el 17 y el 26 de diciembre, la ventana de observación óptima es muy estrecha.
  • Noche de máxima actividad: La noche del 21 al 22 de diciembre de 2025.
  • Tasa Horaria Zenital (THZ): Se estima una frecuencia habitual de 10 meteoros por hora en condiciones ideales.
  • Posibles estallidos: Históricamente, las Úrsidas han sorprendido a la comunidad científica. En años como 1945 y 1986, se registraron estallidos de hasta 50 o 100 meteoros por hora. Aunque no se prevé un estallido masivo para 2025, la vigilancia siempre es recomendada.
Condiciones de visibilidad: un año perfecto
El factor determinante para cualquier observación astronómica es la fase lunar. En este aspecto, 2025 presenta un escenario excepcional. La Luna alcanzará su fase de Luna Nueva el 20 de diciembre, solo unas horas antes del pico de la lluvia.
Esto implica que el cielo estará completamente oscuro, sin la interferencia de la luz lunar que en otros años oculta los meteoros más tenues. Dado que las Úrsidas no suelen producir bólidos extremadamente brillantes como las Perseidas, un cielo sin Luna es un requisito indispensable para apreciar el espectáculo en su totalidad.
Guía técnica para localizar el radiante
Para localizar el punto de origen de los meteoros, no es necesario equipo óptico avanzado. Siga estos pasos:
  1. Mire hacia el Norte.
  2. Localice el Carro Mayor (Osa Mayor).
  3. Utilice las dos estrellas punteras del Carro Mayor para encontrar la Estrella Polar.
  4. La Estrella Polar marca el final de la cola de la Osa Menor. El radiante de las Úrsidas se sitúa justo al lado del "cuenco" de esta pequeña constelación ("Little Dipper").
Consejos prácticos para la observación
Debido a que este evento ocurre durante el solsticio de invierno, las condiciones meteorológicas y térmicas son el mayor desafío. Para una experiencia exitosa, recomendamos:
  • Protección térmica: El frío de diciembre puede ser intenso. Es vital usar ropa térmica, guantes y gorro, ya que la observación estática reduce la temperatura corporal rápidamente.
  • Evitar la contaminación lumínica: Aléjese de los núcleos urbanos. Busque zonas rurales o de montaña con cielos oscuros. Puede consultar los mapas de contaminación lumínica disponibles.
  • Adaptación visual: Sus ojos tardarán entre 20 y 30 minutos en adaptarse completamente a la oscuridad. Evite mirar pantallas de móviles durante la espera, o utilice filtros de luz roja.
  • Perspectiva amplia: Aunque el radiante está en el norte, los meteoros recorrerán largas trayectorias por todo el cielo. Tumbarse mirando hacia el cenit suele ser la mejor estrategia.