Campana Noticias
El complejo nuclear Atucha, por dentro
Campana Noticias tuvo acceso a una de las plantas de generación de energía atómica de la región, donde las visitas se multiplicaron tras el éxito de la serie Chernobyl, que retrata el mayor accidente atómico de la historia. Sin embargo, esta vez la realidad no supera la ficción: “Hoy en día, las medidas de seguridad de una central nuclear son muy altas” sostiene el SubGerente de Seguridad, el Ingeniero Alejandro Sanda.
Previously. El 26 de abril de 1986 se produjo el accidente nuclear más grave de la historia, en la central nuclear Vladímir Ilich Lenin, conocida mundialmente como Chernóbil, en referencia a la ciudad Rusa situada a casi 20 kilómetros de allí. Treinta y pico de años más tarde, una serie de HBO puse en auge nuevamente lo ocurrido allí, e incluso, hizo que el turismo (de alto riesgo) por aquellas latitudes se incrementara notablemente.
Pero la curiosidad, de la mano del éxito de la serie en nuestras pampas, también repercutió en el Complejo Nuclear Atucha de la localidad de Lima, a pocos kilómetros de nuestra Ciudad. Allí también las visitas se multiplicaron a raíz del furor de la serie, obviamente, con muchos menos riesgos.
Entonces, las autoridades de NASA (Nucleoeléctrica Argentina Sociedad Anónima, la empresa estatal responsable de la producción energética en dicha planta y operadora de las centrales nucleares argentinas), invitaron a nuestro medio para compartir el día a día de lo que consideran “la producción más segura y limpia de energía”, ya que no genera gases ni partículas causantes del efecto invernadero.
Acompañados por el Relaciones públicas y comunicaciones de la empresa, Esteban Daniotti, la Subgerente de Comunicación, Cintia Ruo, y parte del equipo encargado de las RRPP, recorrimos la totalidad del proceso llevado a cabo en Atucha II, la central “más nueva” que opera con un recipiente de presión como reactor, y a través de la utilización de Uranio natural y Agua pesada, produce una Potencia Eléctrica Bruta de 745 MWe (Mega vatios de energía).
La piedra fundamental de esta central se colocó en 1982, y en 1994 su construcción se paralizó hasta su reactivación en 2006. Atucha II alcanzó su primera criticidad el 3 de junio de 2014, y el 27 de ese mismo mes se sincronizó el generador al sistema interconectado nacional, según explican desde la empresa operadora.
Atucha II es una central nuclear de probado diseño al que se le incorporó la experiencia operativa obtenida de Atucha I, su antecesora aún en funcionamiento, que fuera conectada al Sistema Eléctrico Nacional el 19 de marzo de 1974 convirtiéndose en la primera central nuclear de América Latina.
Recorriendo los amplios y despejados pasillos de Atucha II, además de conocer todo el proceso de generación eléctrica a partir de la fisión en cadena controlada, nuestro guía hizo mucho hincapié en los sistemas de seguridad actualizados al concepto de defensa en profundidad con barreras sucesivas, doble contención de acero y hormigón, separación física entre sistemas de seguridad y programa de vigilancia en servicio. Nada se deja librado al azar, y las medidas de seguridad son más que extremas, y se multiplican por cuatro en lo que definen como “Sistemas Redundantes de Seguridad”, donde si el primero sufre una falla, encuentran otras tres posibilidades de contención. Y la efectividad se mide en datos: en 45 años de operaciones, la cantidad de accidentes es de cero.
Entre los tantos datos curiosos, pero sumamente interesantes, está el de la materia prima utilizada: una pastilla de uranio reemplazada cada 36 horas, equivalente a unos 300 camiones cisterna de combustible necesarios para generar la misma cantidad de energía.
Tras la recorrida, dialogamos con el Subgerente de Seguridad de Atucha, el Ingeniero Alejandro Sandá, quien nos brindó un panorama mucho más preciso y orientado a la seguridad del proceso, para retomar la senda que la serie Chernobyl nos hizo transitar hasta llegar a Lima.
Pero la curiosidad, de la mano del éxito de la serie en nuestras pampas, también repercutió en el Complejo Nuclear Atucha de la localidad de Lima, a pocos kilómetros de nuestra Ciudad. Allí también las visitas se multiplicaron a raíz del furor de la serie, obviamente, con muchos menos riesgos.
Entonces, las autoridades de NASA (Nucleoeléctrica Argentina Sociedad Anónima, la empresa estatal responsable de la producción energética en dicha planta y operadora de las centrales nucleares argentinas), invitaron a nuestro medio para compartir el día a día de lo que consideran “la producción más segura y limpia de energía”, ya que no genera gases ni partículas causantes del efecto invernadero.
Acompañados por el Relaciones públicas y comunicaciones de la empresa, Esteban Daniotti, la Subgerente de Comunicación, Cintia Ruo, y parte del equipo encargado de las RRPP, recorrimos la totalidad del proceso llevado a cabo en Atucha II, la central “más nueva” que opera con un recipiente de presión como reactor, y a través de la utilización de Uranio natural y Agua pesada, produce una Potencia Eléctrica Bruta de 745 MWe (Mega vatios de energía).
La piedra fundamental de esta central se colocó en 1982, y en 1994 su construcción se paralizó hasta su reactivación en 2006. Atucha II alcanzó su primera criticidad el 3 de junio de 2014, y el 27 de ese mismo mes se sincronizó el generador al sistema interconectado nacional, según explican desde la empresa operadora.
Atucha II es una central nuclear de probado diseño al que se le incorporó la experiencia operativa obtenida de Atucha I, su antecesora aún en funcionamiento, que fuera conectada al Sistema Eléctrico Nacional el 19 de marzo de 1974 convirtiéndose en la primera central nuclear de América Latina.
Recorriendo los amplios y despejados pasillos de Atucha II, además de conocer todo el proceso de generación eléctrica a partir de la fisión en cadena controlada, nuestro guía hizo mucho hincapié en los sistemas de seguridad actualizados al concepto de defensa en profundidad con barreras sucesivas, doble contención de acero y hormigón, separación física entre sistemas de seguridad y programa de vigilancia en servicio. Nada se deja librado al azar, y las medidas de seguridad son más que extremas, y se multiplican por cuatro en lo que definen como “Sistemas Redundantes de Seguridad”, donde si el primero sufre una falla, encuentran otras tres posibilidades de contención. Y la efectividad se mide en datos: en 45 años de operaciones, la cantidad de accidentes es de cero.
Entre los tantos datos curiosos, pero sumamente interesantes, está el de la materia prima utilizada: una pastilla de uranio reemplazada cada 36 horas, equivalente a unos 300 camiones cisterna de combustible necesarios para generar la misma cantidad de energía.
Tras la recorrida, dialogamos con el Subgerente de Seguridad de Atucha, el Ingeniero Alejandro Sandá, quien nos brindó un panorama mucho más preciso y orientado a la seguridad del proceso, para retomar la senda que la serie Chernobyl nos hizo transitar hasta llegar a Lima.
“No tiene que ser un tema “tabú” la energía nuclear, por lo tanto cuanto más lo conozcamos mejor lo vamos a conocer”, sentenció el experto quien además reconoció el incremento de las consultas y visitas en los últimos meses. “La Central Nuclear de Atucha es visitada por muchos colegios y ahora está invitando a medios para que conozcan las instalaciones”, confió.
Ya ante las cámaras de CampanaTV, Sanda sostuvo que “las medidas de seguridad de una central nuclear son muy altas. El equipamiento que tenemos es compleja, incluso es similar a la que encontramos en Europa como en EEUU, Alemania o Francia”.
Asimismo el Ingeniero remarcó: “Lo que se hace, se hace de forma responsable. Nosotros estamos constantemente auditados por el organismo que depende de Presidencia de la Nación y que es externo a nosotros”.
Para concluir sostuvo que también le realizan auditorias a nivel Internacional: “A nivel nacional hay cinco auditores que controlan toda las actividades que hacemos. Y a nivel internacional, nos audita durante tres semanas un equipo de especializados en la materia”, concluyó.
Ya ante las cámaras de CampanaTV, Sanda sostuvo que “las medidas de seguridad de una central nuclear son muy altas. El equipamiento que tenemos es compleja, incluso es similar a la que encontramos en Europa como en EEUU, Alemania o Francia”.
Asimismo el Ingeniero remarcó: “Lo que se hace, se hace de forma responsable. Nosotros estamos constantemente auditados por el organismo que depende de Presidencia de la Nación y que es externo a nosotros”.
Para concluir sostuvo que también le realizan auditorias a nivel Internacional: “A nivel nacional hay cinco auditores que controlan toda las actividades que hacemos. Y a nivel internacional, nos audita durante tres semanas un equipo de especializados en la materia”, concluyó.
