Campana Noticias
Manteros vuelven de a poco a ocupar la Plaza 1° de Mayo
Pese a las restricciones por la pandemia, algunos ya no aguantan la situación y volvieron a ubicarse en el lugar de siempre. No hubo controles y trabajaron normalmente. En las redes, vecinos del espacio público manifestaron su preocupación.
Cálido sol primaveral en la tarde del Domingo. Algunas mantas con sus productos volvieron a verse en la plaza 1° de Mayo. “No podemos estar sin trabajar. Es nuestro único ingreso” contó una de las vendedoras en diálogo con CN.
Desde hace un tiempo, y de manera esporádica, algunos de los vendedores informales ya habían decidido volver al ruedo pese a los impedimentos de la pandemia. El mal clima, el temor a represalias, hizo que todavía no se volviera a colmar la plaza como ocurría los fines de semana previos a la cuarentena.
Durante el relevamiento de este fin de semana, no solo los manteros volvieron a la Plaza. También los niños a los juegos, donde no se mantuvo el vallado pese a la prohibición municipal y la clara evidencia que indica la proliferación de contagios de COVID-19 en dichos entretenimientos.
“Queremos que nos dejen trabajar. La cosa está terrible para muchos vendedores, como para toda la gente. Lo poquito que se movió esta tarde, sirve para seguir aguantando hasta que todo esto pase” relató otro de los trabajadores que pidió no ser identificado, pero que dice estar allí desde el fallido intento de trasladarlos a la Costanera, en 2018.
Por aquel entonces, la Municipalidad dispuso que los fines de semana, de 8 a 19 los feriantes se ubicarán entre la zona de los baños y el Museo Ferroviario, donde podían vender sus artículos. “No estamos conformes con el nuevo lugar. Si acá vendemos 10, allá solamente uno. Pasa poca gente, la mayoría no son de acá” comentaba uno de los feriantes en contacto con CN, para luego retornar a la vieja y querida Plaza 1° de Mayo, donde mucha gente se concentraba para adquirir ropa, juguetes y otras ofertas, hasta el surgimiento de las medidas de asilamiento por la pandemia.
Finalmente, y a través de las redes sociales, vecinos expresaron su preocupación por la concentración de gente que podría darse de volver los manteros en su totalidad. “No hay baños, se genera mucha suciedad y no hay ninguna medida higiénica para prevenir contagios. Puede ser una bomba de tiempo” expresaron.
Desde hace un tiempo, y de manera esporádica, algunos de los vendedores informales ya habían decidido volver al ruedo pese a los impedimentos de la pandemia. El mal clima, el temor a represalias, hizo que todavía no se volviera a colmar la plaza como ocurría los fines de semana previos a la cuarentena.
Durante el relevamiento de este fin de semana, no solo los manteros volvieron a la Plaza. También los niños a los juegos, donde no se mantuvo el vallado pese a la prohibición municipal y la clara evidencia que indica la proliferación de contagios de COVID-19 en dichos entretenimientos.
“Queremos que nos dejen trabajar. La cosa está terrible para muchos vendedores, como para toda la gente. Lo poquito que se movió esta tarde, sirve para seguir aguantando hasta que todo esto pase” relató otro de los trabajadores que pidió no ser identificado, pero que dice estar allí desde el fallido intento de trasladarlos a la Costanera, en 2018.
Por aquel entonces, la Municipalidad dispuso que los fines de semana, de 8 a 19 los feriantes se ubicarán entre la zona de los baños y el Museo Ferroviario, donde podían vender sus artículos. “No estamos conformes con el nuevo lugar. Si acá vendemos 10, allá solamente uno. Pasa poca gente, la mayoría no son de acá” comentaba uno de los feriantes en contacto con CN, para luego retornar a la vieja y querida Plaza 1° de Mayo, donde mucha gente se concentraba para adquirir ropa, juguetes y otras ofertas, hasta el surgimiento de las medidas de asilamiento por la pandemia.
Finalmente, y a través de las redes sociales, vecinos expresaron su preocupación por la concentración de gente que podría darse de volver los manteros en su totalidad. “No hay baños, se genera mucha suciedad y no hay ninguna medida higiénica para prevenir contagios. Puede ser una bomba de tiempo” expresaron.
