Una campanense que tocó el cielo con las manos, hizo cumbre en el Aconcagua
El pasado 29 de enero Giselle Begnardi, licenciada en Educación Física y oriunda de Campana, llegó a la cima de la montaña más alta de América. Llevó consigo emotivos símbolos: recuerdos de su hija y una bandera para honrar a amigos fallecidos en la montaña. Formada en el Club Siderca y residente en Mendoza, la "Colo" transmite su pasión acompañando a niños y adultos en experiencias al aire libre, siempre con Campana en el corazón.

El 29 de enero de 2025, Giselle "La Colo" Begnardi, licenciada en Educación Física y oriunda de Campana, cumplió su sueño: hacer cumbre en el Aconcagua.
Conmovida, compartió en sus redes: "Gracias Gigante! Es que aún tengo un torozón en el pecho... Es que ha sido una experiencia TRE-MEN-DA."
La travesía comenzó el 18 de enero. Junto a su amiga Paula Copo y la guía Jimena Carrasco, recorrieron los campamentos claves: Confluencia (3.500 msnm), Plaza Francia (4.200 msnm), Plaza de Mulas (4.300 msnm), Canadá (5.000 msnm), Nido de Cóndores (5.500 msnm) y Berlín (6.000 msnm). Y finalmente el 29 de enero, tras partir a las 4:30 a.m., llegaron a la cumbre a las 15:00 horas.
Giselle se preparó todo 2024: tres días semanales de gimnasio, dos de carrera en cerros y expediciones a montañas de 5.000 y 6.000 msnm para adaptarse a la altura.
En cuanto a la experiencia detalló que el hecho de "dormir en la montaña, fue mágico": "Vi los atardeceres y cielos más hermosos... Lo más difícil: salir de la carpa en la noche para ir al baño, pero el cielo y el silencio lo valían."
Esta cumbre fue más que un logro deportivo: fue un homenaje. Llevó la bandera de Uruguay para honrar a sus amigos, el Polaco y Vanina, fallecidos en el Lanín en 2022. También caminó acompañada del recuerdo de su padre, quien murió en 2023: "Él fue mi guardián y mi bastón."
En su mochila también cargó amor y símbolos: una carta de Pokémon y una copita del mundo que le dio su hija, la remera de Ecopeques (proyecto que coordina desde hace 8 años) y, aunque lamentó olvidar la remera de Dálmine, llevó consigo el corazón de Campana.
Formada en el Club Siderca, donde comenzó con gimnasia artística, y licenciada en Educación Física, Giselle hoy vive en Mendoza, donde guía a niños y adultos en experiencias en la naturaleza. A pesar de los años fuera de su ciudad, lleva a Campana en el alma: "Extraño a mi familia, los asados, la vida en el Club".
Con su cumbre, "La Colo" no solo conquistó una montaña, sino que nos recordó que los sueños, cuando se caminan con amor, llegan a lo más alto.
Conmovida, compartió en sus redes: "Gracias Gigante! Es que aún tengo un torozón en el pecho... Es que ha sido una experiencia TRE-MEN-DA."
La travesía comenzó el 18 de enero. Junto a su amiga Paula Copo y la guía Jimena Carrasco, recorrieron los campamentos claves: Confluencia (3.500 msnm), Plaza Francia (4.200 msnm), Plaza de Mulas (4.300 msnm), Canadá (5.000 msnm), Nido de Cóndores (5.500 msnm) y Berlín (6.000 msnm). Y finalmente el 29 de enero, tras partir a las 4:30 a.m., llegaron a la cumbre a las 15:00 horas.
Giselle se preparó todo 2024: tres días semanales de gimnasio, dos de carrera en cerros y expediciones a montañas de 5.000 y 6.000 msnm para adaptarse a la altura.
En cuanto a la experiencia detalló que el hecho de "dormir en la montaña, fue mágico": "Vi los atardeceres y cielos más hermosos... Lo más difícil: salir de la carpa en la noche para ir al baño, pero el cielo y el silencio lo valían."
Esta cumbre fue más que un logro deportivo: fue un homenaje. Llevó la bandera de Uruguay para honrar a sus amigos, el Polaco y Vanina, fallecidos en el Lanín en 2022. También caminó acompañada del recuerdo de su padre, quien murió en 2023: "Él fue mi guardián y mi bastón."
En su mochila también cargó amor y símbolos: una carta de Pokémon y una copita del mundo que le dio su hija, la remera de Ecopeques (proyecto que coordina desde hace 8 años) y, aunque lamentó olvidar la remera de Dálmine, llevó consigo el corazón de Campana.
Formada en el Club Siderca, donde comenzó con gimnasia artística, y licenciada en Educación Física, Giselle hoy vive en Mendoza, donde guía a niños y adultos en experiencias en la naturaleza. A pesar de los años fuera de su ciudad, lleva a Campana en el alma: "Extraño a mi familia, los asados, la vida en el Club".
Con su cumbre, "La Colo" no solo conquistó una montaña, sino que nos recordó que los sueños, cuando se caminan con amor, llegan a lo más alto.