Otro desesperado pedido de Priscila Sand
La joven campanense volvió a denunciar públicamente la impunidad y el encubrimiento judicial en México, advirtiendo que su agresor, Salvador Zubirán Rabay (a quien acusa de secuestro, violencia y amenazas) busca quitarle la custodia de su hijo. Relató que debió presentar un amparo para obtener medidas de protección y alertó que su expareja sigue libre pese a las pruebas

Desde algún lugar de México donde permanece escondida junto a su hijo de 9 meses, Priscila Sand volvió a alzar la voz con un pedido desesperado. La joven oriunda de Campana, que hace pocos días denunció haber estado secuestrada durante casi dos años por su esposo, el mexicano Salvador Zubirán Rabay, publicó un nuevo video en redes sociales en el que expone irregularidades del sistema judicial y advierte sobre el peligro que aún corre su vida y la de su hijo.
En su testimonio denuncia a Zubirán Rabay por secuestro, violencia física, psicológica, económica, amenazas y manipulación de causas judiciales. A pesar de las múltiples pruebas y los testimonios de otras víctimas —como el de la actriz Laura Vignati—, el hombre continúa libre.
La joven escapó el 14 de abril con la ayuda de una amiga, y desde entonces permanece oculta. En su nuevo video, denuncia: “El 2 de mayo, desesperada porque la Fiscalía Antisecuestros no avanzaba y porque no contaba con medidas de protección, acudí al juzgado familiar de guardia en la Ciudad de México. Me atendió la jueza María del Carmen Ortega, a quien le expliqué toda mi situación, pero me negó las medidas de protección diciendo que eso no le correspondía”.
Ante esa negativa, tuvo que presentar un amparo judicial: “Gracias a eso, se obligó al juzgado a ponerme dichas medidas, pero lo que me ofrecieron ha sido insuficiente”.
Su agresor ha iniciado una demanda judicial para quitarle la custodia de su hijo: “Ahora Salvador me ha demandado para quedarse con la guardia y custodia de mi hijo, lo hace mientras tiene múltiples denuncias en su contra. Tengo miedo de que, como ya lo hizo antes, vuelva a comprar jueces”.
Priscila también denuncia directamente a la jueza María Cristina Torres Sánchez —a quien apodan “la maestra”— y al juez Andrés Miranda, señalando que ambos intervinieron en el cierre del caso de Laura Vignati en circunstancias dudosas: “Escuché directamente las conversaciones entre Salvador, su papá y la maestra. Sé que entregó fuertes cantidades de dinero a estos jueces”.
“Por favor, a los jueces que hoy tienen esta demanda en sus manos, les ruego que no vendan a mi hijo. No me queda más que confiar en que aún queda justicia”, concluye Priscila.
En su testimonio denuncia a Zubirán Rabay por secuestro, violencia física, psicológica, económica, amenazas y manipulación de causas judiciales. A pesar de las múltiples pruebas y los testimonios de otras víctimas —como el de la actriz Laura Vignati—, el hombre continúa libre.
La joven escapó el 14 de abril con la ayuda de una amiga, y desde entonces permanece oculta. En su nuevo video, denuncia: “El 2 de mayo, desesperada porque la Fiscalía Antisecuestros no avanzaba y porque no contaba con medidas de protección, acudí al juzgado familiar de guardia en la Ciudad de México. Me atendió la jueza María del Carmen Ortega, a quien le expliqué toda mi situación, pero me negó las medidas de protección diciendo que eso no le correspondía”.
Ante esa negativa, tuvo que presentar un amparo judicial: “Gracias a eso, se obligó al juzgado a ponerme dichas medidas, pero lo que me ofrecieron ha sido insuficiente”.
Su agresor ha iniciado una demanda judicial para quitarle la custodia de su hijo: “Ahora Salvador me ha demandado para quedarse con la guardia y custodia de mi hijo, lo hace mientras tiene múltiples denuncias en su contra. Tengo miedo de que, como ya lo hizo antes, vuelva a comprar jueces”.
Priscila también denuncia directamente a la jueza María Cristina Torres Sánchez —a quien apodan “la maestra”— y al juez Andrés Miranda, señalando que ambos intervinieron en el cierre del caso de Laura Vignati en circunstancias dudosas: “Escuché directamente las conversaciones entre Salvador, su papá y la maestra. Sé que entregó fuertes cantidades de dinero a estos jueces”.
“Por favor, a los jueces que hoy tienen esta demanda en sus manos, les ruego que no vendan a mi hijo. No me queda más que confiar en que aún queda justicia”, concluye Priscila.
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